miércoles, agosto 01, 2007

El cuento número trece (Diane Setterfield)




Diane Setterfield, la autora que nos ocupa, nació en Berkshire, Inglaterra, y se licenció en Literatura francesa en la Universidad de Bristol. Especializada en la creación literaria francesa del siglo XX, sobre todo en lo referente a la obra de André Gide, ha colaborado con diversas instituciones y centros académicos hasta que en 2006 da el salto a la literatura con la obra El cuento número trece, ópera prima que se ha colocado en el primer puesto en la lista de libros más vendidos del New York Times, y que, según los críticos, se incscribe en la mejor tradición de la novela gótica-romántica.

La anécdota central de la obra es sencilla: Margaret, una joven bastante gris y anodina, criada entre los estantes llenos de libros antiguos de la librería de su padre, pasa su tiempo cuidando de los libros y escribiendo alguna que otra biografía por encargo. Un día recibe una carta de Vida Winter, la más importante escritora británica viva, mujer misteriosa que jamás ha desvelado su verdadera identidad, su pasado, tejiendo a su alrededor toda una red de historias fantásticas indescifrables. En esa carta, una Vida Winter ya mayor propone a Margaret que sea ella quien redacte su verdadera biografía, y para ello la invita a visitarla en su casa. Intrigada, Margaret acude a la cita y un nuevo mundo se descubrirá para ella, oculto en los desolados páramos ingleses donde Vida tiene su morada.

A partir de aquí, la novela irá ganando en intensidad al mismo tiempo que Vida va descubriendo sus secretos. Así, la influencia de las grandes novelas inglesas decimonónicas nos va llevando de la mano hacia el oscuro pasado de la novelista: institutrices a lo Jane Eyre (auténtico telón de fondo del relato), amores tormentosos y prohibidos que nos remontan a Cumbres Borrascosas, incendios y elementos sobrenaturales tan en la línea de Rebeca…

La historia de Margaret, voz narradora que nos habla en primera persona, quedará definitivamente en un segundo plano, los capítulos con sus digresiones, pensamientos y neurosis se convierten en intermedios molestos que rompen el verdadero hilo argumental al que el lector quiere retornar: la historia de la señorita Winter. Poco a poco, ésta va contando a Margaret sus recuerdos, fragmentados en una técnica narrativa que logra crear suspense y nos mantiene expectantes hasta la última página.

Misterio, intriga, amor, secretos familiares y unos personajes perfectamente perfilados hacen de esta novela un ejercicio de lectura entretenido para el gran público y fascinante para los incondicionales del género. Superad el obstáculo de esas primeras páginas donde Margaret se erige en protagonista y disfrutad con el atormentado pasado de Vida Winter. Muy recomendable.