Tomates verdes fritos es más conocida por su adaptación al cine que, aunque bastante fiel a la novela, está lejos de ser completa. Si bien la relación lésbica entre las protagonistas de la novela resulta más tácita que explicita, en la película (de manera muy cobarde) se ha ignorado este asunto por completo dejando sólo en amistad lo que se intuye como un gran amor entre Idgie y Ruth.
Evelyn es una mujer de mediana edad que vive frustrada por su gordura y por la incomprensión de su marido. Los intentos por recuperar su autoestima chocan con su educación tradicional que la ha mantenido desde niña en una actitud de resignación y pasividad. Pero un día conoce a Ninny Threadgoode, una anciana dulce y lúcida que comienza a narrarle las historias de su pueblecito natal, Whistle Stop, en Alabama, y las vidas de dos mujeres fascinantes, Idgie y Ruth.