miércoles, agosto 03, 2011

Nada (Carmen Laforet)


Andrea llega a Barcelona para estudiar Letras. Sus ilusiones chocan, inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que reina en casa de su abuela. Andrea relata el contraste entre este sórdido microcosmos familiar y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias. Finalmente los dos mundos convergen en un diálogo dramático. Comparada por la crítica con Cumbres borrascosas, Nada es un prodigio de la creación artística.

En definitiva, Nada es un testimonio poderoso y envolvente de una época enfermiza y en ocasiones luminosa, que hace que el lector se sumerja de inmediato en cada uno de los espacios que nos describe su protagonista. De la misma manera que Andrea sufre, encerrada en un ambiente del que le es imposible salir, nosotros nos enclaustramos con ella entre esas cuatro paredes de Aribau, caminamos por el gótico y vamos a la universidad… todo gracias a la atrayente prosa de Carmen Laforet.

Como en un doloroso parto, Andrea saldrá del nido familiar mucho más dura y curtida de lo que entró. También más dolida y autoconsciente. Lo importante, al fín y al cabo, es que sigue su propio camino. Así, Nada se erige como el testimonio de una juventud que lucha con uñas y dientes por no verse envuelta por los errores de un pasado que no se ha elegido.